jueves, 2 de noviembre de 2017

Un sí o un No - Parte 1 - Eduardo Urbina Arredondo


Un No puede ser visto de dos puntos de vista, Un No porque tú crees que no se va a lograr o un No porque no crees en las capacidades de la otra persona. Me explico.
Si un niño está arriba de una silla y quiere subirse sobre el mueble (Armario), en este ejemplo un niño pequeño, uno tendería a decirle “¡No!” Y el niño puede decir “Porque”, la respuesta casi instantánea es “porque te vas a caer”. Uno como persona está dando por hecho que el por ser niño si se sube ahí, se va a caer.
Pero uno no cree en la capacidad del niño para escalar, no creemos que si el niño está arriba, quizás quiere experimentar estar en lo alto, pero bajara con cuidado. No simplemente va a subir y se va a lanzar. Quizás él ya tiene conciencia de saber que si está bien alto y se lanza, se quebrara una pierna o torcerse el brazo, o cualquier lesión, le va doler, va sentir dolor. Pero si el niño en su diario vivir vio un video de un escalador y tendió a querer imitarlo para imaginarse la vista que tiene cierto escalador desde las alturas o como lo haría un astronauta desde arriba. Este niño en su mente imaginativa de niño quiso hacer eso, solo observar y bajar con cuidado, a lo más le va a pedir a su padre o madre que lo baje si se siente en peligro de no poder bajar solo.
Yo me he dado cuenta que la sociedad que vivimos es muy prohibitiva.
Pensamos que por que nosotros no tenemos la capacidad de hacer algo, el otro no va a poder. Entonces decimos “¡No, eso no se puede!” “Eso no se hace” “¡Eso No!” con esto estamos limitando a las personas, estamos creando seres limitantes, personas que creen que las cosas son “Si o No”, Blanco o Negro, Seres que no piensan más allá, que no son capaces de ver un punto intermedio, humanos que no son capaces de discernir que quizás para ti sea un No, pero para mí Sí, porque voy a ayudar a X persona desarrollando esto.
Quizás otro tipo me puede decir “Tú no puedes ser millonario, porque eres pobre” tal vez en la mente de otro, como en la mía replica esta frase “Tengo mente millonaria, aunque sea pobre” y lo va a demostrar en este plano terrenal.
Entonces como vemos todo es una cuestión de percepción, algunas cosas nos dan miedo a nosotros, nos aterran. El ejemplo del niño en el armario, tal vez nos imaginamos a nosotros mismos sobre él, quizás vienen a nuestra mente alguna experiencia traumática de niñez que nos hizo caer y sentir dolor, o vimos a un ser querido herido producto de un accidente que se pudo evitar, o en algún video, las noticias, o simplemente porque la sociedad siempre dice que los niños se caerán si andan por ahí explorando.
Porque la sociedad misma prohíbe, o el mismo “deber” de padre que tenemos de decirles a nuestros hijos “NO”, No, no… para ser moralmente en la comunidad aceptados, a eso voy yo de que la sociedad misma nos ha mostrado de que prohibir las cosas es algo positivo.
Desde los gobiernos nos reprimen y esto se va replicando. Y así como los bancos obligan a los gobiernos, el gobierno lo hace con su pueblo, con las fuerzas armadas, científicos, multinacionales, etc. Y estos a su vez a los funcionarios de las mismas instituciones, los que a su vez al común del pueblo sumen bajo sus leyes y doctrinas.
Entonces nos damos cuenta de que siempre el que tiene más poder busca someter al más “débil”, buscamos suprimir y callar al de menos “rango”, por eso algunas personas tienen mascotas, se sienten los “dueños de”, no ven a los animales como seres libres, entonces los intentan de enclaustrar “dominar” “domar” “domesticar”, le cortan la libertad, como a nosotros nos clausuran.
Edu.

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