Persigue tus anhelos. Escucha las criticas pero no dejes que te lastimen.
Jamas se ha erigido una estatua a un critico. Las estatuas, la trascendencia real, pertenecen únicamente a los criticados.
Nadie triunfa por su buena suerte.
Los envidiosos molestan, hacen ruido y parecer destacar, pero su amargura tarde o temprano los hace pudrirse.
Al final, cada persona está exactamente donde debe de estar.
Todos somos la suma de nuestros actos.
Edu.
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