Viernes 13–2017
Esto se me hizo una adicción, el querer volverme millonario, el querer ser exitoso, el querer lograr algo más en la vida, el querer triunfar. El querer tener mucho poder, mucho conocimiento, se me hizo una adicción, es algo que no puedo parar que he de hacerlo todos los días, todos los días.
Es como el jefe de una gran empresa que vale millones, una multinacional, esa empresa grandiosa soy yo mismo, que paso 24/7 cumpliendo mis propios sueños. No los de mi madre, de mi círculo cercano, no los de mi “jefe”, de mi “líder”, sino que mis propios sueños, mis propias metas, mis propias empresas, mis propios negocios, propias inversiones, mis viajes, mi familia, mi vida.
Ya no estoy en ese tiempo cuando cumplía los sueños de otros, en una red multinivel, o los sueños de mi jefe en la Boutique. Ahora no, ahora yo soy mi propio jefe y con todas sus letras.
Forjo mi sendero, mi propio camino. Que para esto tenga el respaldo de algunas personas, el odio de otras y que algunos pocos me apoyen a full. Es poco relevante, ya que me quedo con las pocas personas que me apoyan, el resto sirve de apalancamiento y quedan atrás.
Pero me hice adicto a eso, así como soy adicto a alcanzar cierto estatus personal, pasando por todas las etapas pasadas y actuales, drogas, pobreza, negocios fallidos, dinero invertido, todo, todo lo que me está llevando al éxito. Sería la misma adicción si yo estuviera en una depresión más aguda y solo me enfocaría en las drogas y su realidad ilusoria. Yo me perdería literalmente.
Porque soy un adicto a todo lo que me propongo o me da placer, me encanta hacerme adicto a las cosas hasta que alcanzo mis propósitos. Un adicto a Amar, un adicto a ser un buen hijo, un buen ciudadano, un orgulloso latino, un Chileno. Un adicto a viajar, adicto a escalar montañas. ¿Por qué nos han hecho ver la adicción como algo propiamente malo?
¡Me declaro un adicto! Porque cuando me gusta algo, me apasiono con ello y me entrego en cuerpo y alma a ese propósito, a ese fin.
Y ahora soy un adicto a conseguir riqueza en todos los ámbitos que quiera. Social, económico, Familiar, Emocional, Financiero.
Pero el principal ahora es riqueza financiera, jubilarme joven.
Y espero que cuando logre esta gran meta, iré por otras que van más allá del dinero. Que engrandezcan mi alma y mi ser. Pero por ahora mi meta es hacer dinero, porque queramos o no, el dinero en esta vida es importante. No más importante que el tiempo mismo, pero si necesario para vivir bien y ayudar a progresar a otros y dejar un buen legado en este plano antes que llegue la hora de partir.
Luego ya veré si mi adición pasa a ser ayudar a los demás, adicto a enseñar, adicto a viajar por el mundo… tendré otras adicciones a futuro, pero por ahora he decretado hacerme rico. Y espero lograrlo, es más así ¡lo decreto!
Es como el jefe de una gran empresa que vale millones, una multinacional, esa empresa grandiosa soy yo mismo, que paso 24/7 cumpliendo mis propios sueños. No los de mi madre, de mi círculo cercano, no los de mi “jefe”, de mi “líder”, sino que mis propios sueños, mis propias metas, mis propias empresas, mis propios negocios, propias inversiones, mis viajes, mi familia, mi vida.
Ya no estoy en ese tiempo cuando cumplía los sueños de otros, en una red multinivel, o los sueños de mi jefe en la Boutique. Ahora no, ahora yo soy mi propio jefe y con todas sus letras.
Forjo mi sendero, mi propio camino. Que para esto tenga el respaldo de algunas personas, el odio de otras y que algunos pocos me apoyen a full. Es poco relevante, ya que me quedo con las pocas personas que me apoyan, el resto sirve de apalancamiento y quedan atrás.
Pero me hice adicto a eso, así como soy adicto a alcanzar cierto estatus personal, pasando por todas las etapas pasadas y actuales, drogas, pobreza, negocios fallidos, dinero invertido, todo, todo lo que me está llevando al éxito. Sería la misma adicción si yo estuviera en una depresión más aguda y solo me enfocaría en las drogas y su realidad ilusoria. Yo me perdería literalmente.
Porque soy un adicto a todo lo que me propongo o me da placer, me encanta hacerme adicto a las cosas hasta que alcanzo mis propósitos. Un adicto a Amar, un adicto a ser un buen hijo, un buen ciudadano, un orgulloso latino, un Chileno. Un adicto a viajar, adicto a escalar montañas. ¿Por qué nos han hecho ver la adicción como algo propiamente malo?
¡Me declaro un adicto! Porque cuando me gusta algo, me apasiono con ello y me entrego en cuerpo y alma a ese propósito, a ese fin.
Y ahora soy un adicto a conseguir riqueza en todos los ámbitos que quiera. Social, económico, Familiar, Emocional, Financiero.
Pero el principal ahora es riqueza financiera, jubilarme joven.
Y espero que cuando logre esta gran meta, iré por otras que van más allá del dinero. Que engrandezcan mi alma y mi ser. Pero por ahora mi meta es hacer dinero, porque queramos o no, el dinero en esta vida es importante. No más importante que el tiempo mismo, pero si necesario para vivir bien y ayudar a progresar a otros y dejar un buen legado en este plano antes que llegue la hora de partir.
Luego ya veré si mi adición pasa a ser ayudar a los demás, adicto a enseñar, adicto a viajar por el mundo… tendré otras adicciones a futuro, pero por ahora he decretado hacerme rico. Y espero lograrlo, es más así ¡lo decreto!
Edu.
17-Octubre-2017
01:45 am.
01:45 am.
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