...El dejaba a un lado los libros y soñaba despierto. Era un caso claro de ese juego imaginario de la niñez que continúa en los años de edad adulta... Si permitimos que esto invada el área de lo psíquico, resulta en neurosis y abandono de la voluntad; ¡Lo real llega a ser secundario!
El no es como los otros. Un día es feliz , luego triste, confundido, dañado o perdido...
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